¿Qué es una Tiny House?
Una Tiny House es mucho más que una “mini casa”.
El movimiento Tiny Houses, una filosofía de vida
Esta tipología de vivienda tiene más que ver con satisfacer necesidades particulares y los deseos profundos de las personas, que con el material empleado para ello.
Se centra en la calidad por encima de la cantidad. Lo importante en una Tiny House es la experiencia del espacio, lo inmaterial, lo esencial.
¿Pero por qué querría alguien vivir en un espacio reducido? ¿Qué beneficios puede obtener con ello?
Hasta llegar a las minicasas actuales, a lo largo de la historia esta cuestión ha surgido en diferentes momentos como inquietud por explorar nuevos estilos de vida, nuevas posibilidades. Ante las necesidades de cada momento histórico, el ser humano se ha replanteado cómo el espacio que lo rodea condiciona su bienestar y su desarrollo.
Es posible que hoy en día la tendencia hacia las Tiny Houses venga determinada por estar llegando a un nivel de saturación material, a un exceso de complejidad, de necesidades y ritmos diarios que nos hemos autoimpuesto como sociedad. Estos pueden acercarse a la idea de éxito que con torpeza nos hemos marcado, pero se alejan de lo que realmente experimentamos como bienestar.
Vivir en una mini casa, una experiencia espacial
Una Tiny House es para aquellos que buscan vivir a lo grande, con menos.
La ligereza material hace que lo intangible cobre más importancia a la hora del diseño, y que las sensaciones sean el punto de partida desde el que nace el pensamiento del espacio: la luz, la altura del techo, las distancias entre objetos, la distribución de los usos, la división de ambientes diferentes, la ergonomía del mobiliario, los colores, las texturas…
En una Tiny House, cada uno de estos factores multiplica su importancia y su impacto de forma considerable. Todo debe estar pensado al detalle, para sacarle el máximo provecho a cada espacio ocupado, y a cada experiencia vivida en él.
La construcción de una Tiny House, una solución ecológica
Una Tiny House trata de buscar lo máximo a partir de lo mínimo. Lo cual fundamenta el importante componente ecológico que poseen estas miniviviendas.
La minicasa no se entiende como un objeto inerte que deba aguantar décadas sin ningún tipo de mantenimiento ni cuidado. Es un elemento vivo que se posa sobre el terreno durante un periodo de tiempo determinado, y que requiere cambiar los filtros de agua, renovar el tratamiento exterior de la madera cada 3 años y hacer las revisiones periódicas de las reparaciones que permitirán mantener indefinidamente nuestra casa como el primer día.
Como una prolongación del entorno natural, la minicasa es un lugar donde vivir, construido con materiales naturales, ensamblados de forma artesanal y sin utilizar productos químicos o perjudiciales para la salud.
La madera es el material de construcción con menor consumo energético en su “fabricación”. El crecimiento de los árboles se garantiza con una energía no fósil e ilimitadamente renovable: la luz solar. Además, el manejo, mecanización y unión de la madera es sencillo en comparación a otros sistemas constructivos.
El ciclo de vida útil de los elementos de madera de la minicasa es ilimitado, siempre que se realice el mantenimiento de nutrición y reparación de la “piel” de la Tiny House, como si de cualquier otro elemento orgánico se tratara, expuesto a la intemperie.
Los productos que utilizamos para proteger las superficies son pinturas y aceites ecológicos, que actúan penetrando en la fibra de la madera sin cerrar los poros que la permiten respirar. De esta forma se conservan las propiedades higroscópicas naturales de la madera (regulación de la humedad entre el interior y el exterior). La tecnología de estos tratamientos es de enlace molecular, siendo los primeros en no utilizar COV (compuestos orgánicos volátiles) o agua en su composición.
Para saber más sobre las cualidades de la madera como material de construcción, visita este enlace.
Todos los materiales que componen la piel de la casa, además de la estructura y los revestimientos de madera, permiten que esta respire, y nos ayudan a garantizar la calidad del aire y el bienestar térmico en el interior.
El aislamiento está compuesto por paneles ecológicos de origen vegetal, fabricados con fibras de lino, cáñamo y algodón. Este material potencia las cualidades higroscópicas ya presentes en la madera, sin reducir las propiedades aislantes.
Además, la barrera de lluvia y el freno de vapor actúan para garantizar que el agua y exceso de humedad del exterior no penetren al interior. Sin embargo, permiten expulsar la humedad que se genera dentro de la Tiny House para evitar problemas de condensación.
En Serena House, otra de nuestras máximas prioridades en el proceso de construcción es encontrar nuestro estándar de calidad en los proveedores y productos de proximidad.
Por eso, entre dos materiales de la misma calidad, escogeremos siempre el más próximo a nuestro taller. Así, además de favorecer a la economía local, conseguimos minimizar el transporte de mercancía y el impacto de CO2 que se deriva de él.
Nuestros fabricantes de ventanas y puertas, remolques, tejados de chapa… no se encuentran a más de 12 km de nuestro lugar de trabajo en Tona, a 45 minutos de Barcelona..
Adquirir una Tiny House, una garantía de libertad
Una Tiny House es la solución ideal para los que consideran la movilidad y la ligereza material como un plus a favor de la libertad. Aquí te explicamos la filosofía minimalista que envuelve a este tipo de vivienda. Es un modelo de casa que cabe dentro de la categoría de arquitectura móvil o efímera, cambiante, ajustable a las condiciones de cada momento.
Para ello es posible ajustar y definir el nivel de autonomía energética que necesitas para tu minicasa. Para vivir completamente aislado, necesitarás una instalación de placas solares con doble batería, un sistema de filtración y potabilización de agua de lluvia y una instalación de gas con bombonas recambiables.
Si tu previsión de futuro es estar en un terreno que siempre va a tener disponible una red general de luz y agua a la que conectarse, los requerimientos de autonomía se reducen.
En cualquier caso, creemos que la principal forma de reducir gastos es reducir necesidades. Por eso, además de la iluminación LED, instalamos grifería de bajo consumo de agua, y reducimos hasta un 40% el consumo tradicional de una vivienda gracias al sistema de inodoro seco.
Te contamos más sobre los sistemas de instalaciones que utilizamos en esta sección del artículo.
Vivir en una Tiny House no solo garantiza libertad de movimiento. La carga económica que supone comprar una vivienda tradicional también es un punto de inflexión en la decisión de apostar por una nueva forma de consumo, por la compra de un inmueble que no es inmueble, sino móvil, versátil y cambiante.
Si quieres saber cuánto cuesta una Tiny House y todas las variables y posibilidades de ajustar el presupuesto, visita este enlace.
la Tiny House, legalmente, un remolque con carga
Legalmente, una Tiny House es un remolque cargado, casi por completo con madera.
Para poder circular por carretera, las dimensiones límite del remolque y la carga sobre él son de 2,5 m de ancho y 4 m de alto, con un peso máximo de 3.500 kg. Si tienes un permiso de conducir B2E, podrás trasladar tu “carga” a cualquier lugar donde desees vivir.
A la hora de aparcarlo, oficialmente no existe aún normativa ni ley que regule el posicionamiento de las Tiny Houses sobre el terreno. En cualquier caso, la vocación ecológica de las minicasas es la principal motivación de desarrollo para nosotros. Por eso confiamos en el acuerdo a que es posible llegar con el ayuntamiento de cada municipio, independientemente de la normativa urbanística. Esta puede ser muy variable entre unos lugares y otros, aun tratándose del aparcamiento de un remolque en un terreno privado.
tu proyecto Tiny House, un sueño que merece la pena vivir
«Si construye castillos en el aire, su obra no se perderá: ahí están bien edificados. Tan sólo ponga ahora los cimientos bajo esos castillos».
Henry David Thoreau
No se trata de una ilusión imposible de alcanzar, ni de una forma de vida utópica o costosa. No existen límites o impedimentos reales, ni renuncias necesarias a la comodidad.
Solo queda lo más importante: tener el valor de tomarse en serio los sueños de uno mismo.